Joker: El que rie último rie mejor



En "Joker" de Todd Phillips, Joaquin Phoenix está impecable y más brutal y visceral que nunca. Hace gala de todos los atributos que lo han llevado a ser considerado uno de los mejores actores de su generación.

Phoenix interpreta a Arthur Fleck, un payaso que, paradójicamente, no da risa. Todo lo contrario, su vida ha estado marcada por el drama familiar y los traumas que vivió de niño, algo que el espectador intuye y que el director va revelando poco a poco a lo largo de la cinta.

La película funciona de manera muy eficiente y notable como una crónica del nacimiento de un antihéroe. Y este es uno de los aciertos de la cinta. Pocas veces se ha visto la gestación en pantalla de un villano tan complejo y perturbado como este.

Arthur es un marginado por la sociedad, un fracasado que es víctima del cruel destino que le tocó vivir.

Y aquí el director y los guionistas han sido muy claros en dejar su punto de vista en pantalla: Hoy vivimos en una sociedad tan violenta e injusta que no es de sorprenderse que nosotros mismos seamos culpables o complices (hasta cierto punto) de los males que nos aquejan.

El Jocker de Todd Phillips está loco, de eso no cabe duda, pero conforme avanza, la película parece preguntarse ¿qué ciudadanos esperábamos formar en una sociedad donde el maltrato a las minorías es pan de cada día?

Por otro lado, la película nos presenta muchas referencias al cine de Martin Scorsese, y lo hace en diversas escenas con guiños sutiles y otros más claros como por ejemplo el gesto de Arthur cuando imita un disparo con su mano, gesto inmortalizado por Robert DeNiro en el último tramo de "Taxi Driver".

También hay analogías visuales con "The King of Comedy", protagonizada por DeNiro, donde este interpreta a un comediante que secuestra a un presentador de televisión. Con una mirada más minuciosa, podremos notar incluso guiños a las ratas del final de "Los Infiltrados" en una de las escenas claves del filme.

Se ha dicho también que "Joker" es una película que está hecha para el lucimiento de su protagonista,  y es cierto. Joaquin Phoenix no tiene un contrapeso sólido que equilibre su irrefrenable comportamiento. Está suelto, desatado y este es quizá el único punto flaco de la cinta. A diferencia por ejemplo de "The Master", donde Phoenix tiene el contrapeso del notable Philip Seymour Hoffman y juntos hacen un tandem memorable.

Por lo demás, "Joker" pasará a la historia como una excelente película, con un cuidado tratamiento visual del color y la música y con una de las mejores actuaciones de Phoenix. De lo mejor que nos dejó el 2019.

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