Si les apasiona el cine de Paul Thomas Anderson, imagínense lo que significa conversar sobre él. Esa fue la principal motivación que me llevó a contactarme con José Francisco Montero, seguidor de P.T.A. y escritor del libro "Paul Thomas Anderson"; un minucioso y exhaustivo trabajo sobre la obra, constantes y temas de uno de los realizadores más importantes de la actualidad.
Si no han leido su libro aun, les recomiendo que lo hagan pues si les interesa el tema, en él encontrarán más de un dato relevante que les hará conocer y descubrir el mundo, la psicología, las influencias y todo lo que necesiten saber sobre el cine de P.T.Anderson.
Cuándo y cómo fue tu primera experiencia con el cine de Paul Thomas Anderson? ¿En el cine, en la televisión, en dvd? ¿Qué sensación te dejó?
En televisión. La primera película que vi de PT Anderson fue Magnolia. No esperaba mucho: prejuiciosamente, creía que era la típica película norteamericana “de prestigio”, “independiente”, a mayor gloria de una estrella con ganas de hacer una interpretación “seria”, “género” que detesto como pocos. Me equivocaba, claro: pocas veces, si es que ha habido alguna, una película me ha impactado tanto (acaso también por esa tan radical ruptura de las expectativas). Las sensaciones fueron múltiples: primero, una sensación muy poderosa de fluidez, de “abandono” (que tal vez sea una buena definición del placer), el reencuentro con el gozo, siempre expectante, que te regala una buena narración, oír una buena historia bien contada; después, que me encontraba ante alguien diferente, no ya un gran director, sino ante el creador de un universo intransferible, alguien no solo brillante sino sincero, es decir, que utiliza el cine como medio de expresión personal (probablemente la primera vez que sentí contundentemente todo esto, en ese primer visionado de la película, fue cuando la periodista desvela todas las mentiras del personaje interpretado por Tom Cruise; pero luego también en la escena “Wise Up”, en el momento en que empieza la lluvia de ranas —particularmente ese primer plano en que el enfermero exclama ¡están lloviendo ranas!: creo que ese descubrimiento de lo insólito del personaje discurre de forma paralela al mío ante la película—, cuando el enfermero abraza al moribundo personaje interpretado por Jason Robards, la escena final,...); por último, una sensación personal, la tan falsa como certera de que la película me hablaba a mí directamente, que “me expresaba” en imágenes, sonidos y palabras (esto me pasa muy pocas veces; con las películas de John Cassavetes y alguna más).
¿Qué fue lo que más te llamó la atención de esa primera experiencia con P.T.A.?
En "Magnolia" (1999) Paul Thomas Anderson se propuso crear la mayor película sobre el Valle de San Fernando en California. |
La ambición. Algo que en general echo de menos en el cine. No solo la ambición de los temas tratados en la película sino sobre todo (e indisociable de lo anterior) la ambición formal. Precisamente eso que falta en ese cine “independiente” de que te hablaba, cuyas “ambiciones” son solo una máscara, siendo en realidad tan conservador formalmente como el típico blockbuster (pero más irritante). Pero simultáneamente ese elaboradísimo trabajo formal no genera distancia sino que, milagrosamente, intensifica la sensación de cercanía, esa sensación que Kurosawa decía que tenía cuando leía a Dostoievski de que nadie como él comprendía al ser humano. En definitiva, la “ambición emocional” de la película. A fin de cuentas, ¿hay algo que nos importe más, de forma más profunda, que el sentimiento de culpa, la reconciliación con nuestro pasado, la soledad, la posibilidad de una relación con los demás, la muerte,...? Pero lo emocionante es la sensibilidad y complejidad con que se atreve a abordar todos estos temas. El trayecto de la película (algo que comparte con el resto de las suyas, pero que aquí es especialmente intenso) es el un desenmascaramiento, el deshacerse progresivamente de todo lo accesorio, de lo visible que no deja ver, un desnudamiento que no puede sino emocionarnos a cada uno de nosotros (estoy pensando ahora que tal vez a eso se deba ese sentimiento de que te hablaba ahora mismo de que la película se dirige directamente a uno, que te observa frontalmente, desnudo; y es que el último desenmascaramiento de la película es el de uno mismo, el del espectador: Magnolia es de esas películas milagrosas que, cuando estamos terminando de verlas, nos permiten descubrir que ellas también nos están mirando a nosotros).
¿Tienes alguna película favorita de todas las que ha dirigido Paul? En mi caso por ejemplo es “Magnolia”, aunque siento que amo por igual todas sus películas.
Me parece que ha quedado bastante claro que en mi caso también es Magnolia. Pero, no lo voy a ocultar, me gustan mucho todas sus películas. Boogie Nights me resulta también muy emocionante, Sydney ya es una película de alguien “diferente”, con mucho que decir, Embriagado de amor no se parece a nada, un filme tan experimental como Pozos de ambición; tal vez las dos películas americanas más audaces de la década pasada.
Cuando veo una cinta de Paul, siempre siento que sus historias, imágenes, música y atmósferas transmiten belleza y tristeza a la vez. Y una mezcla de nostalgia y melancolía por el pasado. ¿Te sucede algo parecido?
"Punch Drunk Love" (2002) es una de las películas más experimentales y enigmáticas de P.T.A. |
Más melancolía que nostalgia. Los tres primeros largometrajes de PT Anderson (que forman una especia de “trilogía sobre la familia”) narran primero la imposibilidad de huir del pasado y luego la búsqueda de una forma de reconciliarnos con él. Pero ese pasado es también el pasado del cine, la idea del clasicismo. A partir de Embriagado de amor y, sobre todo, de Pozos de ambición, esa reconciliación es cada vez más difícil, y probablemente de ahí derive la amargura (subterránea en Embriagado de amor, que ya ha aflorado desde las profundidades, como el oscuro petróleo, en Pozos de ambición) de estas dos películas. Respecto a lo que dices de la belleza y la tristeza, , creo yo que la belleza solo puede ser triste, triste y alegre a la vez, como de forma tan emocionante expresa el cine de Anderson. Transmitir esos sentimientos aparentemente irreconciliables está al alcance de muy pocos artistas.
¿Cómo fue que decidiste escribir un libro sobre P.T.A.? ¿Ya eras un fan de su obra, o mientras lo escribías te volviste más aficionado a él?
Pues lo decidí cuando ya lo estaba haciendo. El primer texto que escribí en mi vida fue un artículo sobre Magnolia, después de ese primer visionado de que te he hablado. Después de ver el resto de sus películas decidí escribir un estudio sobre su obra, un artículo de 30 0 40 páginas. Pero llegó un momento en que caí en la cuenta de que lo que estaba escribiendo era un libro.
Cuéntanos un poco sobre el proceso de escritura del libro. Recuerdas algo en especial que quisieras compartir con los lectores. Algo que te impacto o que haya enriquecido la creación de este. (Aparte de la películas de Paul, claro)
Cuando empecé a escribirlo padecía de insomnio, debido a un acoso laboral que estaba sufriendo por parte de unas personas que jamás me atrevería a calificar como hijos de puta. Me despertaba muy temprano, más de lo ya habitual en mí, y solo podía pensar en cómo respondería esa mañana (que no veía la hora de que llegara) antes las afrentas que previsiblemente padecería. Un día, en la madrugada, me puse a escribir en lo que aún no era un libro (recuerdo que en ese momento estaba escribiendo sobre Boogie Nigths) y cuando me di cuenta era la hora de irme, se me habían olvidado todos esos problemas. No sé si todo esto enriqueció el libro, pero enriqueció mucho mi vida entonces.
"Sydney" (1996) es la primera cinta de Paul Thomas Anderson. Sus distribuidores le cambiaron el nombre a "Hard Eight". |
Para mí el cine no tiene sentido si no se incardina muy íntimamente con mi vida. Un cine que forma parte de mi forma de mirar la vida, y al contrario, cuya visión se vea afectada por mis propias experiencias. En las primeras páginas digo algo así: se suele decir que hay películas que cambian nuestra vida, pero nuestra vida también cambian las películas. Al fin y al cabo, entre la pantalla de cine y la de la vida tampoco hay tantas diferencias. Así que mientras lo escribía hubo muchas cosas que enriquecieron la escritura del libro y la de mi vida.
¿Cómo ha sido la acogida del libro en España? ¿Has encontrado interés del público por el cine de P.T.A.?
Muy buena. Percibo mucho interés por el cine de Anderson, y entre los muchos a los que les interesa hay bastantes a los que les apasiona.
¿Conoces fans de P.T.A en España?
No me gusta el concepto de fan. Hay en él una connotación acrítica, incondicional, que me desagrada. Pero ya te digo, hay bastantes apasionados por su cine aquí como en muchos otros sitios.
Generalmente se compara a Paul Thomas Anderson con Stanley Kubrick. Sin embargo la fama y popularidad del segundo no es la misma que posee P.T.A. (al menos en la actualidad, creo que solo un pequeño grupo de cinéfilos conocen la obra de Paul) ¿Por qué crees que se da este fenómeno?
No tengo tan claro que sea así. Muchos aficionados, interesados sobre todo en la actualidad, probablemente conozcan mejor la obra de PT Anderson que la de Kubrick. Y eso que Kubrick es de los que más se salvan de ese olvido del pasado (en este caso, muy reciente) del cine.
Siempre se mira de forma diferente la obra de un autor que ya ha realizado su obra que la de uno contemporáneo. Así que es lógico que el prestigio, y tal vez la popularidad, de algunas películas de Kubrick sea mayor que los de Anderson. Kubrick dirigió 13 largometrajes en su carrera; Anderson ha realizado hasta este momento seis, tiene aún toda una carrera por delante.
Yo creo que P.T.A. tiene una manera única de contar sus historias que en lo personal ningún otro director tiene. A pesar de que admiro a Spielberg, Scorsese, Spike Jonze, Coppola, etc; pero Paul le impregna algo a sus films que yo llamaría “el toque”. ¿Qué cosa o cosas crees que lo hagan tan especial?
El mundo de la pornografía en los 70 y la busqueda de dignidad de sus protagonistas son el eje central de "Boogie Nights"(1997) . |
Bueno, en todo gran autor hay algo único, que le pertenece solo a él. Y asimismo todo remite siempre a otra cosa, a otros autores. La obra de PT Anderson se enriquece con muchas influencias de otros cineastas, pero simultáneamente hay siempre algo (que en efecto se encuentra sobre todo en la formalización de sus películas) que las particulariza. Boogie Nights y Magnolia recogen muchas cosas de Scorsese o Altman, pero hay en su forma de conducir una narración coral modos que en buena medida le pertenecen a Anderson o al menos personalizan mucho su estilo (modos que ensaya en algunos momentos de Boogie Nights y desarrolla en todo el relato de Magnolia: por ejemplo, esa forma de dejar suspendidas las diferentes líneas de la narración, para luego retomarlas in media res; o esos momentos de “recapitulación”, en donde la enunciación reúne a todos los personajes antes de que lo haga la diégesis). Pero más importante, el sentido último de la coralidad de estos filmes es muy diferente, por ejemplo, al de Altman, su más evidente influencia al respecto: frente a la dinámica centrífuga de este, la narración de Boogie Nights y sobre todo de Magnolia importa la búsqueda desesperada de la unidad, algo que ya va a ser muy difícil de alcanzar en Embriagado de amor e imposible en Pozos de ambición. Por su parte, estos dos filmes acusan también numerosas deudas, pero pocas películas del cine contemporáneo son tan idiosincrásicas, tan originales si se quiere, como ellas.
Muchos fans, entre los que me incluyo, siguen de forma fiel y hasta obsesiva la obra de P.T.A. ¿Crees que sea porque se identifican con algún personaje en especial? ¿Te identificas con alguno?
Si fuera un fanfarrón, te diría que con Dirk Diggler. Pero con ninguno en especial, y con todos un poco.
Si pudieras preguntarle algo a Paul ¿qué sería?
Robert Elswit, director de fotografía y Daniel Day Lewis obtuvieron el Oscar en 2008 por su trabajo en "There Will be blood". |
Una cosa que llama extraordinariamente la atención de un cineasta como PT Anderson es la minuciosidad de su puesta en escena, esa sensación de que nada en ella es azaroso, una obra que simultáneamente genera esa sensación, muy intensa, de fluidez de que te hablaba antes. Cuando se estudia en profundidad la obra de alguien así surgen algunos interrogantes acerca de las motivaciones de algunas decisiones creativas. Pero la verdad es que a fin de cuentas no creo que sea tan importante responder a esos interrogantes. Otra cosa, por otro lado, que me llama la atención es la fractura (a pesar de los muchos vasos comunicantes que permanecen) que hay entre Magnolia y Embriagado de amor, una oscuridad que no hace sino ahondarse extremadamente en Pozos de ambición. Como si algo se hubiera roto entre medias. Pero si esto es así, no creo que ni el mismo Anderson pueda dar una respuesta.
¿Qué expectativas tienes con The Master? La cinta se ve extraordinaria por lo que hemos visto en los trailers; qué te parece el cambio de formato (65mm y aspecto del filme 1.85:1) y de director de fotografía que ha hecho Paul?
Las expectativas son muy altas, no te voy a engañar. Respecto al cambio de formato tal vez sea su respuesta ante la progresiva integración del cine en lo que se viene en llamar el Audiovisual; un acto de resistencia. No es descartable tampoco una motivación económica, pero que no es solo económica: este formato impele a ver la película en sala cinematográfica.
"The Master", protagonizada por Philip Seymour Hoffman, Joaquin Phoenix y Amy Adams se estrenó el 14 de setiembre en Estados Unidos y aun no tiene fecha de estreno en Perú. |
Para terminar quisieras agregar algo en especial, algo que quieras decir sobre Paul o algo referente a su cine, sus videoclips…tu libro.
Pues respecto a sus películas de corto formato, hay que decir que, sobre todo sus dos primeros cortos (The Dirk Diggler Story y Cigarettes and Coffee) son extraordinarios. Es sorprendente cómo en el primero, realizado cuando tenía 17 años, ya se percibe a alguien con una mirada muy personal, la que luego desarrollará en sus siguientes largometrajes. Y no solo eso: la película demuestra que cuando hay talento y ganas de expresarse, la carencia de dinero apenas tiene importancia.
Respecto al libro, solo decir que creo que el cine de PT Anderson demuestra que la pasión no se contradice con un extremo rigor, antes al contrario, este la intensifica. Espero haber expresado eso también en mi libro.
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