1999. El último año de los 90s. El fin del siglo XX. La incertidumbre por lo que traerá el nuevo milenio. El 2000 está a la vuelta de la esquina. Tengo 8 años y todo esto me parece sacado de una extraña película de ciencia ficción. Por esa época mi única preocupación era ver la película de los "Rugrats", "Pequeños Gerreros" o "Toy Story 2". ¿Cine independiente? Aun era muy pequeño para conocerlo. Pero sin embargo, tal vez inconscientemente, algo de ese cine quedó en mi memoria. El 99 fue especial.
Fue el año en que una nueva generación de directores criados en el ciberespacio, golpearon la antorcha flameante de los rebeldes de los 70. Fue el año en que todo el concepto de hacer una película fue cambiado de piez a cabeza.
¿Escépticos? Consideremos la evidencia: El remolino ciberdélico de "La Matrix". La imparable sobrecarga de "El Club de la Pelea". El descuidado hiperrealismo de "El Proyecto de la bruja de Blair". El show freak de "¿Quieres ser John Malkovich?". La forma en que el tiempo es fragmentado y sacudido en "The Limey", "Go" y "Corre Lola Corre". La poesía oscura y bizarra de "Belleza Americana" y "El Sexto Sentido". El aroma al Valle de San Fernando de "Magnolia". No se habían visto tantas innovaciones narrativas apoderarse de la industria de Hollywood desde "El Mago de Oz" y "Lo que el viento se llevó".
Y así como las películas mencionadas líneas arriba, existen muchas otras que, tal vez no sean perfectas, pero son interesantes e inteligentes y carecen de miedo.
Esta nueva guardia de Hollywood no se preocupa por seguir los 10 mandamientos de la escritura de un guión. En estos filmes no existe la muerte en sí. El tiempo no se mueve hacia adelante. ¿Y porqué seguir la lógica? Si quieres que John Malkovich se adentre en la corteza cerebral de John Malkovich, ¿qué te detiene? Nada.
Si la última ola de rebeldes de Hollywood (Coppola, Scorsese, Lucas, Spielberg) obtuvo su fuente inspiradora en titanes del cine (Fellini, Truffaut, Kurosawa), la nueva brigada ha encontrado la inspiración en un gameboy. Estas nuevas películas reflejan la sensibilidad "copia y pega" de los videojuegos, el Internet y el hip hop.
"Si has crecido cortando y pegando información constantemente en tu laptop o tu compu casera, sí, empiezas a ver la información visual y a contar historias visualmente de esa forma". Dice Bill Block, productor de películas como "Pi: El orden del caos", "El proyecto de la bruja de Blair" y "Requiem por un sueño".
David Fincher, director de "El club de la Pelea" recuerda lo que le dijo a sus productores para que confiaran en la complejidad del guión: "No se preocupen, la audiencia podrá seguir la trama. Esto no arruinará la historia. Esto se está descargando".
Otro caso es el de "El Proyecto de la Bruja de Blair", una cinta de terror-documental de 60 mil dolares protagonizada por actores desconocidos que años atrás cualquier ejecutivo de Hollywood hubiera rechazado tajantemente. Su éxito fue tal que desató una locura en miles de chicos que habían crecido haciendo películas caseras con videocámaras pues encontraron algo que realmente los conectara con el filme.
No por nada uno de los protagonistas de "Belleza Americana" tiene una videocámara permanentemente en su mano.
No por nada uno de los protagonistas de "Belleza Americana" tiene una videocámara permanentemente en su mano.
Las audiencias jóvenes ahora tienen otra percepción del cine. Para ellos cualquier película "normal" es como una larguísima cinta de 4 horas de Richard Attenborough. ¿Cuál es la solución? Velocidad. Miremos "Corre Lola Corre" y podremos resumir la biografía de cualquier personaje en 8 segundos. Cada vez que Lola se topa con un transeunte vemos una serie de instantáneas que nos muestran el resto de la vida del transeunte. La película en sí parece un videojuego: Cada vez que Lola está a punto de ganar, ¡game over!, simplemente empieza a correr de nuevo. "Se convierte en parte de tu sangre. De tu lenguaje" , comenta su director Tom Tykwer. "En las computadoras siempre puedes abrir nuevas puertas. En internet puedes seguir y segui y seguir. Siempre se abre una nueva ventana. Esto es algo a que la nueva generación está acostumbrada. Y si haces una peli a la antigua no les ofreces éste tipo de percepción".
"Magnolia" incluso prescinde de uno de los credos más sagrados de Hollywood: "Debes poner a rodar la pelota rápidamente". "Puedes imaginarte al productor Joel Silver o a uno de esos grandes productores diciendo 'debes de succionarlos en los primeros 5 minutos', comenta Paul Thomas Anderson, su director. "Yo quería crear un prólogo que hasta cierto punto no tuviera nada que ver con la película. Lo más importante que una cinta puede hacer es que la audiencia se pregunte '¿y ahora qué va a pasar?' Pero eso pone incómodos a los ejecutivos. Ellos quieren ser más astutos que la película y es un poco frustrante cuando la película es más lista que tú".
"En el 2000 la gente va a hacer películas sin un equipo de producción" solía bromear Conan O Brian en sus rutinas, muchas de las que hoy se han vuelto realidad. "The Cruise" por ejemplo, es un documental sobre un guía turístico de Nueva York que tiene como único miembro del equipo a Bennet Miller (Capote), su director. "Tengo un desorden neurológico o patológico que me prohibe colaborar con gente. Por eso, la nueva tecnología está hecha para mi" afirma Miller. "Yo mismo, siguiendo mis propios instintos puedo tomar una videocámara y grabar sin siquiera hablar con alguien.
Tal vez dentro de 5 años nos perdamos juntos en un bosque de películas hechas con movedizas cámaras caseras y narradas por marionetas y gente muerta. Y que los nuevos directores tengan al alcance toda esta sorprendente tecnología no significa que todos tengan el talento suficiente para crear algo sorprendente con ella. "Va a ser horrible" agrega Miller. "Grandes ideas pero con poco preparación. La tecnología invita a cierto descuido, porque es fácil dejarse llevar y no ser disciplinado".
Entonces, quizás aparezcan una o dos obras maestras. "Yo crecí en Coney Island, con el 'Cyclone', una de las más antiguas montañas rusas de América, comenta Darren Aronofski, director de "Pi: El Orden del Caos". "Me crié con ella, fue mi principal fuente de entretenimiento. Y lo que me enseñó fue que debes mantener las emociones de la gente al tope".
Hoy, 11 años después del 99, hemos sido testigos de los grandes cambios que viene dando el cine. Del celuloide al video, del video al digital. El cine hoy en día es un arte híbrido, que está a punto de dar su siguiente paso evolutivo con el arribo masivo del 3D las salas de proyección.
Hoy cualquier persona puede hacer una película y mostrarla al mundo con solo un clic. Ya no se necesita de la luz para crear imágenes en movimiento. Hoy todos son algoritmos, ceros y unos.
Mirar con nostalgia hacia el 99 y ver que "La Matrix" anticipó muchas de estas cosas es curioso. Yo aun veo las películas que se hicieron cuando el siglo XX se extinguía y siento que lograron capturar el espíritu de esa maravillosa época; una época que no se volverá a repetir. Al menos no hasta dentro de 989 años ;)
Inspirado y adaptado de "1999: The year that changed movies" , publicado el 26 de noviembre de 1999 en Entertainmet Weekly.
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