Lo importante de un
remake es que aporte algo nuevo y muy pocas personas no entienden esto (o no
quieren hacerlo). Para nuestro bien, los realizadores de Child’s Play sí que lo
tenían muy claro.
La saga de Chucky ha
sido bastante irregular, parte de ello por el desgaste (o terquedad) de Don
Mancini. Por eso, esta nueva mirada cae como anillo al dedo y no solo revive a
uno de los personajes más emblemáticos del terror, sino también lo actualiza a
nuestros tiempos.
Cambiar el origen de
Chucky fue bastante arriesgado y probablemente lo que provocó el rechazo de
varios fans, pero vamos, los tiempos cambian y lo que resultaba terrorífico en
el 88, hoy lo es en menos medida. Que el nuevo Chucky sea un robot con Inteligencia
Artificial, que puede sincronizarse con la nube y controlar todos tus
dispositivos, no es por gusto. Desde hace tiempo el control de la información
es un tema muy delicado y que asusta, no por nada la serie Black Mirror tiene tanta acogida. A ver, que un muñeco sea poseído
por el espíritu de un asesino en serie da miedo, pero no parece algo que pueda
suceder; sin embargo, que un robot con I.A. se salga de control, eso sí es muy
posible y cercano.
La película se puede
dividir en 2 partes, una con bastante humor y otra en donde se sale todo de
control. Esto me pareció bastante curioso, pues los guionistas no le tuvieron
miedo a arriesgarse y presentarnos primero, una especie de comedia familiar con
mucha ternura. La transformación de Chucky se hace muy creíble y justificada.
Es imposible no encariñarse con el muñeco y gran parte de esto es gracias a
Mark Hamill, quien es un experto en ponerle voces a villanos.
Las actuaciones se
sostienen y el ritmo narrativo es muy ágil. El filme es directo, creo que por
un momento se pudo desviar, pero no lo hizo y eso está bien. Tal vez no tuvo la
cantidad de muertes que sus antecesoras pero las que hubo fueron necesarios y
bien ejecutadas, trasladando el foco del terror a otro lado más importante de
la trama.
Child’s Play no es una
película de terror perfecta, supongo que tampoco lo quiso ser. Pero sí cumple
con su cometido en todos los sentidos y eso es más que suficiente.
Alvaro Mayorca
Comentarios